Innovación
El proceso técnico desarrollado por Termolacado Andalucía se basa en una secuencia rigurosa destinada a obtener la máxima adherencia, uniformidad y resistencia en cada pieza tratada. La primera etapa es el pretratamiento, donde se limpian las superficies y se eliminan aceites, polvo, restos de fabricación y cualquier contaminante que pueda perjudicar la adherencia de la pintura. Esta fase incluye sistemas de desengrase y fosfatación que preparan el metal para recibir el recubrimiento, creando una base estable que prolonga la vida útil del acabado final.
Tras el pretratamiento, se procede a la aplicación de pintura en polvo. Durante este proceso, las piezas reciben una carga eléctrica opuesta a la del polvo, lo que genera una atracción que permite que la pintura se adhiera de manera uniforme incluso en zonas complejas o de difícil acceso. Esta técnica reduce el desperdicio y mejora la homogeneidad del acabado en comparación con otros sistemas de pintura tradicionales. La película generada en esta fase es fundamental para conseguir una distribución regular del pigmento y preparar la pieza para su fase final.
La siguiente etapa es el polimerizado en horno de aire caliente. Las piezas se introducen en un horno industrial que mantiene una temperatura constante entre doscientos y doscientos cincuenta grados. En este ambiente térmico, la pintura se funde y se convierte en un recubrimiento sólido, resistente y estable. Este proceso garantiza una protección duradera frente a impactos, abrasión, humedad y exposición solar, factores habituales en entornos industriales y exteriores.
En el centro de Andalucía
La división especializada en termolacado de Metalcon tiene su sede en el Parque Empresarial de Antequera, en pleno enclave neurálgico donde confluyen la A-92 Sevilla Málaga Almería y la A-45 Málaga Córdoba.
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